Portero electrico
Toqué el portero eléctrico, piso 11, estaba nervioso. Lo había hecho varias veces en distintos lados, nada salía mal.
No se porque estaba intranquilo, ella, sabía la razón de mi presencia.
El ascensor fué exageradamente lento. El pasillo hacia su departamento se me hizo de varios kilómetros. El corazón me latía aceleradamente. Toqué el timbre con mi mano izquierda. Con la derecha sostenia el "paquete", tal como lo llamabamos en nuestra jerga.
Ella abrió confiadamente la puerta. La adrenalina rugía. Extendí el paquete, ella, los dos brazos, con uno lo tomó y con el otro me dió el pago. No me molesté en contarlo, ella me dijo que me quedara con el cambio, gesto poco común en estos días... Dije gracias. Bajé a la calle. Subí mi a pasola y continué repartiendo pizzas...
5 Comments:
buen ritmo en le relato, me gusto mucho, sigue dandole!!!
cuando uno se ta cagando, es que nunca se encuentra papel!... que baina eta, eh?
Como dijo el charlie, cuando uno mas necesita papel nunca encuentra
jajajaja, muy original
Vaya vaya vaya...!!!! Muchas gracias por poner mi texto en tu blog.
http://monologosjavier.blogspot.com/2005_07_01_archive.html
No me molesta que lo copien en otros sitios webs, pero por lo menos ten la gentileza de citar la fuente.
Gracias de todos modos por creer que es bueno y reproducirlo textual.
Javier Nicolás Santiago
Post a Comment
<< Home