Friday, April 13, 2007

A manera de caso abro mi vida

A manera de caso abro mi vida para juzgarla conforme pasa, acuso a mis pensamientos de ser los culpables de mi auto desagrado, de mí miseria y de mi orgullo y todo pecado.

Abogo por lo poco que me queda de corazón, de justicia y honor en son de paz.

Deseo, me permitan explicar, lo que me ha sucedido, que me he quedado sorprendido... no he encontrado escapatoria de la cárcel del destino y aunque he buscado caminos y repuestas siempre he caído en lo mismo.

He visto como la libertad ha dejado ha muchos sin el uso de ella, por el compromiso con su razón, aunque por mucho y no usan el corazón.

Protesto, contra esto que no me dice nada de mi caso, deniego, continuar con lo que al parecer es una fiesta de locura que no sólo a mí me ha dejado afectado, declaro que el acusado de esto es inocente, no merece el castigo.

Cierro el caso, dejando libres los pensamientos y todo lo que conlleva las decisiones de la vida, y declaro que todos los vivos somos culpables de la desgracia que nos ocurre.

Señalo que la libertad solo se vive cuando en verdad se desea.

Monday, April 02, 2007

Verseooo!!

Yo te hable de la posesía del amor.
De la locura de tomarte de la mano y viajar juntos a un paraíso por descubrir.
De recorrer tu cuerpo con el mío en un sueño poético y fantástico.
De descubrir los laberintos secretos de la creación.
Volar por las estrellas, regalarte la más hermosa.
Escribir el poema que nunca nadie escribió, para cantar una oda a tu hermosura.
Del delirio de contemplar tu cabello al viento y envidiar al aire porque como él, yo no podría jugar con tu pelo.
Amor, amor, caricias, poesía...
"¡Vete de ahi maldito loco!", fue tu fría respuesta.
Voy a tener que cambiar de verso...

En el parque...

Yo estaba sentado en un banco del parque.
Te observé inquisidoramente, sé que te sentiste inquieta.
Interrumpiste un momento tu juego y me miraste con cara de ...¿es a mí?
Luego fingiste ignorarme y seguiste en lo tuyo.
Me sentí poderoso por un segundo.
No iba a hacerte nada, solo observarte.
Prendí un cigarrillo con estudiado movimiento, sé que tuviste en ese momento miedo y mi sonrisa cínica te ponía más y más aterrorizada.
No supiste que hacer, miraste a los costasdos buscando refugio, ayuda, protección.
Entonces te diste cuenta que estabas en ventaja, levantaste vuelo y al pasar sobre donde yo estaba me cagaste toda la camisa.
Desde ese día odio a las palomas y llevo siempre a mano una sombrilla.